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OLIVIER LE SCANF EL ÚLTIMO CAZADOR DE CLÁSICOS (Entrevista Revista CAR)

2016.10.27

 C A R 

Nuestros lectores ya saben que CAR tiene un enfoque muy internacional, pero también nos gusta dar a conocer a las personas que hacen grandes cosas en nuestro país. Olivier Le Scanf es un francés afincado en la Ciudad Condal desde hace más de 25 años, muy conocido en el mundillo de los clásicos por ser el dueño y fundador de Auto Storica. Las instalaciones de la empresa están en Sant Boi de Llobregat, a las afueras de Barcelona. Nada en el exterior nos prepara para lo que vamos a descubrir minutos más tarde.

Preguntamos por Olivier y nos mandan a la planta superior, donde nos encontramos con una amplísima zona de recepción. Al otro lado de una cristalera están, aparcados en dos larguísimas hileras, los clásicos que tienen en stock. Imagina que vienes a dejar tu Jaguar E para una revisión y te das una vuelta por la exposición. Pues se te caerá la baba con lo que encontrarás por allí. Desde un Ferrari 365 GTB/4 “Daytona” como nuevo –prepara un millón– hasta uno de los pocos M3 E30 cabrio que se fabricaron. También nos quedaríamos con el Lamborghini 350 GT, el 911 3.2 Speedster, o con el 911 Turbo Slant Nose (morro plano). Más interesante aún es el taller de carrocería. Parece que estamos en Coventry, porque hay Jaguar por todas partes.

El nivel en automóviles italianos es impresionante. Un Ferrari 275 GTB/C junto a un 365 GTB/4 “Daytona” y un 550 Maranello.

“Restaurar por completo un E-Type cuesta unos 80 o 90.000 euros. Mucho menos que un Ferrari, porque el precio de las piezas no tiene nada que ver”. Lo que más tiempo lleva es la carrocería, ya que cada una llega en un estado diferente en cuanto a corrosión y puede llevar muchas horas recuperarla. “Con frecuencia los propietarios creen que han hecho una buena compra porque el coche tiene buen aspecto y funciona, pero al desmontarlo llegan las sorpresas”. La restauración mecánica tiene un precio más o menos fijo, como los trenes, los frenos, etcétera. A este nivel no vale solo con que los mecánicos sean muy buenos. Necesitas además profesionales con criterio y profundos conocimientos sobre el mundo del automóvil. Hay que saber qué pieza se debe cambiar y cuál se debe salvar, aunque eso implique más trabajo, en favor de la autenticidad y el resultado final de la restauración. Está claro que Olivier Le Scanf conoce sobradamente los entresijos de un gran clásico.

Dos joyas transalpinas en el taller de carrocería, Maserati 3500 GT Spyder y Ferrari Dino.

En Auto Storica todos son unos apasionados y se nota. Javier Rucabado es el director comercial y sabe cuántas piezas metálicas conforman el capó de un Jaguar E (doce), con qué coche se mató Albert Camus (un Facel Vega) o si tal o cual pintura metalizada de un Aston DB6 es la original o es una que se lanzó un año después. Olivier Le Scanf también es discreto cuando le preguntamos por los propietarios de los automóviles, mientras enriquece nuestro recorrido con mil anécdotas. A un tipo así yo le confiaría mi coche. En la zona de pintura tienen muchas joyas italianas de gran valor, como varios Maserati (3500 GT y Ghibli SS Spyder) además de un Lamborghini Countach. Después saludamos a los mecánicos que trabajan en la sala de motores. Algunos llevan toda su vida trabajando con mecánicas Aston Martin, Jaguar o Ferrari, no han tocado otra cosa: “Con los clásicos hay muchos trucos, debes saber cómo se hicieron y qué es lo que suele fallar para evitar las futuras averías, no todo está en los manuales”.

Son muy expertos en Aston Martin, como este DB5 con carrocería de aluminio. El tiempo necesario depende mucho del estado del metal.

DETRÁS DE NUESTRO PROTAGONISTA

No es fácil echarle el guante al señor Olivier Le Scanf, siempre charlando con algún cliente, reunido con un empleado o hablando por teléfono. Como tantos aficionados, este francés descubrió su pasión por el automóvil en la infancia, jugando con miniaturas. Curiosamente su primer coche no fue un utilitario, un 2CV o un Renault 4, sino todo un Citroën SM con motor Maserati. “Si necesitaba un coche pequeño usaba el de mi novia [risas]… y en cuanto pude me compré un Jaguar”. Nuestro protagonista es un tipo cercano y simpático, que combina su acento francés con esas expresiones tan masculinas que se suelen usar en los talleres.

Motores con carburadores para mecánicos expertos. Aquí nadie ha oído hablar de filtros de partículas.

Estudió Ingeniería Informática y montó un negocio de ese sector en París, que vendió en 1991. Así que con 30 años se vio con dinero en el bolsillo y se planteó montar un negocio. “Pensé en dedicarme a los coches, lo que me gustaba de verdad. También me gustaba Barcelona –tenía una delegación aquí–, y me di cuenta de que en la Ciudad Condal el mercado de clásicos estaba poco desarrollado. Al principio mis clientes eran españoles, y luego, con el boca a boca, fueron llegando aficionados extranjeros. Al llegar la fuerte crisis en 2011, nos volcamos en el mercado exterior –además de francés y español, Oliver Le Scanf habla también inglés y alemán–. Hoy el 75% de nuestros clientes son extranjeros, de Francia, Suiza, Bélgica o Alemania. Estamos al lado del aeropuerto del Prat y nuestros precios (60 euros/hora) son mucho más competitivos que los de especialistas de otros países europeos. Además hay muchos talleres de clásicos que subcontratan trabajos a otros talleres, y en esos casos el control sobre los procesos no es el mismo, ni la calidad. Aquí hacemos absolutamente todo, carrocería, motor, tapizados, el coche no tiene que salir de aquí para nada”.

Olivier Le Scanf, todo un gentleman driver, posa en su coche favorito, un Jaguar XK 140 Roadster Le Mans.

Olivier Le Scanf tiene una debilidad especial: Jaguar. “Es verdad que siempre me han gustado, es mi marca favorita. Ningún otro fabricante ha cubierto todos los extremos, y en muchos casos con la misma mecánica. Desde una gran berlina para la reina hasta un biplaza para ganar en Le Mans. Lo que más trabajamos es XK y E Type, actualmente estamos restaurando por completo cuatro XK y siete E Type. También trabajamos mucho con Aston Martin, muchos de ellos coches muy valiosos, como un DB6 Volante con volante a la izquierda que restauramos hace poco. Otras marcas que también tocamos son Ferrari y Lamborghini, y algunos Mercedes“

Aquí vemos la carrocería de un Aston Martin DB6 recién pintada.

A la pregunta ¿Qué es lo que más valoran los clientes de Auto Storica?, Olivier Le Scanf nos reponde: “Los clientes son exigentes y quieren coches bien restaurados, quieren calidad, piezas que valgan dinero. Hace años algunos se conformaban con cosas en estado mediocre o con ciertos fallos, pero ahora lo que se buscan son modelos en muy buen estado original o restaurados, aunque no sea recientemente”

A diario conduce un XJR de 2003, los últimos Jaguar cuya línea le gusta de verdad. Pero su juguete más preciado es el XK 140 Roadster Le Mans que atesora desde hace más de veinte años, con su preciosa matrícula de californiana, negra con las letras amarillas. “Era de un actor americano que hoy en día es poco conocido. Por lo visto la matrícula PB 621 se debe a un pub que estaba en el 621 de Hollywood Boulevard, donde el tío se pasaba el día metido”.

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